Ayer me reuní con la Patty y la Gaby en un conocido pub de Plaza Ñuñoa. Hace más de un mes que no me juntaba con mis amigas de colegio y había muchas noticias que contar.

La Patty hace un par de meses que se fue a vivir con Pablo, a Temuco ya que él es de allá. Después de tomar un par de chelas y de fumar varios cigarrillos, le pregunté a la Patty: ¿Cómo está tu vida con Pablo? Muy bien me contestó, pero me pasa lo mismo que a ti. ¡¿Qué?!, le pregunté extrañada. Y la Gaby un tanto asustada me preguntó también: Coty ¿y a ti qué te pasa?. Es que mojo las sábanas y a veces incluso hasta el colchón contestó la Patty avergonzada. ¿Es que acaso te meai?, preguntó la Gaby. Con un rotundo no, contestó la Patty.

Lo que pasa es que … A mí me pasa lo mismo, interrumpió la Coty. Pero ¡¿qué chucha es?!, ya pos cuenten, que me tienen intrigada, dijo la Gaby. La Patty contestó: Me da un poco de vergüenza contarlo, pero creo que tanto a mí como a la Coty debe haber muchas mujeres más que les pasa lo mismo que a nosotras. Lo que pasa es que cuando tenemos relaciones sexuales con Pablo y llego al orgasmo, desde mi vagina salta un chorrito de agua que moja las sábanas e incluso hasta el colchón. La verdad es que algo que me da mucha vergüenza e incomodidad porque queda todo mojado. Pablo me dice que no me preocupe que a él no le importa, pero a mí sí.

La Coty interrumpe y dice: eso se llama, eyaculación femenina y es justamente lo que me pasa a mí y a la Patty cuando tenemos orgasmos. Es una lata porque la cama queda toda mojada, es como si se diera vuelta un vaso de agua en la cama. De hecho, la primera vez que me pasó fue hace un par de años con el Esteban, un tipo con el que anduve un par de meses porque la relación no funcionó. Estábamos en la cama, yo estaba tan excitada mientras él me tocaba el clítoris y fue en ese instante en que repentinamente y con una fuerza inesperada, saltó ese chorro. Era un líquido inoloro e incoloro. El Esteban, entre sorprendido y enojado, me gritó: ¡¿Te measte, weona?! ¡Qué asco!

Yo le dije: no!!!, cómo?, si recién fui al baño. En ese momento, se acabo todo el romanticismo y terminó el acto sexual. Él fue al baño y yo traté de secar lo más que pude. En ese momento, yo no sabía qué era lo que me había pasado e incluso pensaba que, tal vez, Esteban tenía razón y en realidad me había orinado. Después de ese episodio la relación nunca fue la misma.

Pasó un par de días, fui al ginecólogo y le conté lo que me había pasado y lo que me había dicho Esteban. El doctor me dijo: es un ignorante! Porque lo que le pasó a usted le pasa a muchas mujeres. Cerca del 8% de la población femenina tiene eyaculación que es justamente lo que usted describe, es un líquido sin color ni olor que se expulsa al momento de tener un orgasmo, pero eso no significa que se tenga más placer que otra mujer que no la tiene. Y ahí apesadumbrada le pregunté: Doctor que puedo hacer entonces? Él me respondió: le aconsejo que converse con su pareja y le explique lo que le sucede y también que ambos se preparen para el acto sexual, es decir, puede poner una toallita en la cama para que no quedé mojada, por ejemplo. No me cabe duda, dijo enfático, de que si existe amor y confianza entre ambos, cualquier cosa se puede superar.

La Gaby miraba perpleja lo que le contábamos con la Patty. Y dijo: a mí nunca me ha pasado, he tenido muchos orgasmos y jamás he eyaculado. La verdad es que me da bastante curiosidad, igual me gustaría que me pasara alguna vez para saber lo que se siente. La Patty frunció el ceño y le dijo, si te pasara estoy segura que te desagradaría porque es una lata dejar las sábanas mojadas.

2 thoughts on “Sábanas Mojadas

  1. A mi nunca me habia pasado o alnenos nunca lo habia visto hasta ahora y es maravilloso cuando lo disfrutas con alguien que te hace sentir plena

Responder a Patricia Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.