El padre de mi esposo es un pastor de una iglesia crisitiana, y desde que mi esposo y yo comenzamos a salir como novios el tema de la religión siempre fue algo importante para él. Recuerdo que a mi esto no me disgutaba tanto y hasta podría decir que lo veía como algo bueno, después de todo, pensaba, un hombre que tienen principios religiosos no puede ser un hombre malo.
Después de casi dos anos de noviazgo Victor me pidió en matrimonio y yo acepté. Recuerdo que aun cuando estabamos comprometidos Victor no quería que sus padres supieran que estabamos teniendo relaciones íntimas. Para la religión tener sexo antes del matrimonio es pecado y el no quería que su padre se enterara que el estaba viviendo en pecado. Yo recuerdo que todo eso me parecía cómico y hasta admito que me hacía sentir bien pensar que yo era la manzana del pecado para él, aveces me ponía unas minifaldas super cortas cuando estabamos solos y cuando el ya no podía resistirse mas yo me reia para mis adentros pensando que lo estaba haciendo «pecar».
Nos casamos y al año yo sali embarazada, y dos años después sali embarazada de nuestro segundo hijo. Después del segundo hijo yo decidí que ya no queria tener mas hijos, ya teniamos la parejita y era suficiente. Nunca en realidad tuvimos una conversación al respecto pero simplemente yo le pedí a mi ginecólogo que me recetara pastillas anticonceptivas y las empezé a tomar diariamente. Se lo comuniqué a mi esposo Victor y el no dijo nada, su silencio al respecto me hizo saber que estaba de acuerdo con mi decision de cuidarme para no salir embarazada.
Hace como un año el padre de Victor quien todavía era el pastor de la iglesia a la que asistiamos todos los fines de semana anunció a la congregación que pronto pensaba retirarse de la iglesia y vivir sus últimos años retirado al lado de su esposa. Tan pronto como el hizo este anuncio se empezo a rumorear quien seria el nuevo pastor que dirigiria la iglesia y el nombre de mi esposo Victor empezo a mencionarse bastante entre los miembros de nuestra iglesia.
A mi no me molesto y hasta me senti bien por mi esposo, el siempre tenia como meta algun dia ser el pastor de la iglesia cuando su padre se retirara y ahora parecia que lo que el siempre habia querido se iba a hacer realidad.
Una noche despues de cenar y acostar a los ninos mi esposo y yo nos quedamos conversando en el comedor. Me empezo a decir que ahora que el estaba siendo considerado para ser pastor el tenia que asegurarse que nuestra familia fuera el ejemplo de lo que es vivir bajo los mandatos de la religion. Me dijo que iba a poner a los ninos en el grupo de menores para que vayan los Domingos y un dia por semana a la iglesia, yo nunca estuve de acuerdo con forzar a los ninos a la religion pero aun discutiendo acepte lo que el me pedia pero definitivamente lo que me pidio a continuacion iba a cambiar nuestra vida por completo y es parte de la razon por la que estoy escribiendo aqui.
«Tienes que dejar de tomar las pastillas anticonceptivas» me dijo seriamente mirandome a los ojos. Yo obiamente no supe que contestar y el me empezo a decir que los metodos anticonceptivos son cosas que la iglesia siempre ha estado en contra porque bloquean el proceso de la vida, que el sexo no fue creado para satisfaccion pero para crear vida y ahora que el iba a ser pastor no podia permitir que yo su esposa estuviera viviendo comentiendo ese pecado.
Yo le explique que ahora me estaba llendo bien en la compania para la que trabajaba y que ya teniamos dos hijos y no deseaba tener otro. El me insitio en lo mismo y tuvimos una discusion larga y tediosa. Despues de casi dos horas de discusion me di cuenta que el no iba a cambiar de parecer y simplemente me toco advertirle «yo no voy a salir embarazada otra vez y si no quieres que tome las pastillas nuestra vida intima va a cambiar completamente», a el no le importo, estaba cerrado en su tonteria de que no podiamos vivir en pecado.
La verdad mi esposo nunca fue un hombre demasiado «viril» en la intimidad, si, teniamos sexo pero nunca fue algo apasionado y salvaje como en las peliculas. Recuerdo una noche que un amigo de la familia se emborracho en una fiesta en casa de mi hermana y en un momento se me acerco y me susurro en la oreja «con esas piernas yo me imagino que tu esposo te ha hecho de todo» yo lo empuje y lo ignore porque estaba borracho pero en el fondo pense de su comentario «si supieras que no me ha hecho ni la mitad de lo que te estas imaginando»
Aun asi el hecho que tomara pastillas me perimitia tener sexo con mi esposo con libertad, aunque no fueran muchas veces cuando se prestaba la oportunidad simplemente podiamos tener relaciones sin preocuparme de salir embarazada, ahora iba a perder esa libertad de poder hacerlo cuando simplemente se presentaba la oportunidad.
Tal y como se lo predije nuestra vida intima cambio, de acuerdo al ritmo que es un metodo natural existen dias al mes que una puede tener sexo pero no es muy seguro la verdad y si una quiere estar mucho mas segura de no salir embarazada los dias se reducen a dos o tres al mes. Tuvimos sexo una vez en los siguientes tres meses y la verdad yo empeze a resentirlo porque sentia que a el ni le importaba mis necesidades ni como me sentia al respecto. Empeze a vivir un poco molesta con el, ya no era la misma de antes.
Me empeze a sentir que no era atractiva, que mi esposo me rechazaba y sentir frustracion por su comportamiento. Una tarde que estaba sentada en mi escritorio en el trabajo despues de almorzar me empezo a picar el muslo y como pense que no habia nadie me alze un poco la falda para rascarme con la mano. Justo en ese momento que tenia la falda levantada a la mitad del muslo aparecio por detras de la pared un companero de trabajo de contabilidad.
Yo al principio no me di cuenta porque estaba escribiendo en mi computadora y este companero con la mayor frescura del mundo se detuvo y se quedo mirandome las piernas con la falda que la tenia levantada. Cuando por un momento me di cuenta de su presencia y de lo que yo estaba haciendo me baje la falda inmediatamente y me puse roja como un tomate de la verguenza.
El se me acerco al escritorio y con una sonrisa me dijo «que buenas piernas guapa» yo estaba avergonzada todavia y lo unico que hize fue empujarlo riendome y decirle «grosero». Cuando el se marcho por primera vez en meses pense y me senti sexy otra vez y la verdad fue un sentimiento que me gusto como no se pueden imaginar.
A partir de ese dia empeze a hacer algo que compensaria el como no me sentia atractiva en mi casa con mi esposo, empeze a vestirme sexy y atractiva para ir a trabajar y a salir a la calle basicamente. Yo aun con los dos embarazos y 7 anos de casada siempre habia cuidado mi peso, estaba delgada y desde muchachita mi mejor atributo siempre fueron mis piernas. Me compre unas falditas que me llegaban arriba de la rodilla y unas zandalias de taco alto bien atractivas. Me fui a arreglarme los dedos de los pies y de las manos, y me compre unas blusitas algunas escotadas y otras con la espalda descubierta.
El resultado fue inmediato, tan pronto llegaba al trabajo podia sentir como los hombres companeros de trabajo desviaban la mirada para verme pasar, aun los que eran casados y yo conocia a las esposas disimuladamente cuando saludaba me miraban de reojo las piernas. Yo me sentia mejor que nunca, despues de meses de sentirme rechazada y no atractiva con mi esposo, ahora me sentia todo lo contrario, ahora me sentia bien mujer, atractiva, una mujer que estaba buena para despertar los deseos de un hombre, me encantaba sentirme asi.
Pero pronto y sin darme cuenta empeze a hacer el problema mas grande de lo que era originalmente. Ahora me podia sentir deseada pero interiormente me sentia frustrada porque hacia como 5 meses que no tenia el menor contacto sexual con mi esposo.
Como es natural con cualquier hombre, pronto algunos de los muchachos del trabajo se me empezaron a acercar con la intencion de invitarme a tomarnos un cafe despues del trabajo, o quizas un trago o quizas a bailar un rato despues del trabajo el Viernes.
Yo al principio rechaze las invitaciones de todos, pero aun cuando yo tratara de evitar lo mas que pueda hacer algo indebido, el problema en mi casa no se resolvia y con cada dia se hacia peor.
Paolo es uno de los tecnicos de mi compania, un muchacho alto y la verdad guapo, el fue uno de los que se me empezo a acercar y llamarme por telefono a mi escritorio para invitarme a salir.
Un Viernes antes de salir de mi casa a trabajar tuve una discusion fuerte con mi esposo y ese mismo dia cerca del mediodia Paolo me llamo a mi escritorio para invitarme a tomarnos un trago despues del trabajo, aun cuando estaba conciente de que estaba haciendo mal, mi coraje y mi frustracion con mi esposo pudo mas en ese momento, le respondi «esta bien venme a buscar a las 6 a mi oficina»
Fuimos a un bar que estaba como a 10 minutos del trabajo, nos sentamos, yo pedi una margarita y el un whiskey y empezamos a conversar. Obiamente el empezo a cortejarme, enamorarme y tratar de tomarme de la mano y acariciarme el cabello, yo como buena mujer coqueta me sonreia, lo ponia en su lugar y aceptaba sus galanterias a medias. Cuando estaba en mi segunda copa de margarita en medio de algo que el me decia Paolo puso la mano encima de mi rodilla. Mi primer instinto fue casi mover la pierna para sacarle la mano pero despues de un segundo pense y no movi la pierna, al fin y al cabo pense «tocar la rodilla no es pecado»
Despues de casi conversar por hora y media empezaron a poner musica en el bar y Paolo inmediatamente me tomo de la mano para sacarme a bailar. Yo ya estaba por mi tercer trago y ya habia perdido todas las inhibiciones. Empeze a bailar muy sexy, volteandome de espaldas a Paolo y moviendole las caderas muy provocativamente.
Por supuesto que el como hombre no perdio la oportunidad y me pego todo el pantalon al trasero mientras estaba volteada, luego cuando me voltee me agarro por la cintura y pego nuestros cuerpos sin dejar que me apartara. Yo me reia y le seguia el juego, la verdad en ese momento estaba todavia conciente de que estaba haciendo mal pero la verdad no me importaba.
Seguimos bailando y los toqueteos continuaron, en un momento que pusieron salsa el me puso la mano por la espalda y puso la mano encima de mi cadera, y es mas, me acaricio la cadera, yo lo mire y le dije «eres un fresco», el solo se rio y seguimos bailando sin que el me quitara la mano de la cadera.
Cuando terminamos de bailar el me tomo por la cintura y nos fuimos a sentar. Para este momento seguia sintiendo la culpabilidad por dentro pero la verdad me sentia tan plena como mujer, como no me sentia en anos, que no me importaba romper mis principios por sentirme tan bien asi, como una mujer atractiva que esta bailando con un hombre que la desea, no se como explicarlo pero simplemente me sentia super bien en ese momento.
Apenas nos sentamos yo cruze la pierna y el puso la mano encima de mi muslo pero tan pronto levante el rostro para decirle algo el se lanzo y me dio un tremendo beso en la boca. Mi primer impulso fue poner mi mano encima de su pecho como para empujarlo pero no lo hize, la verdad para ese momento aunque suene feo decirlo disfrute de ese beso tanto como el, y aunque no lo habia expresado lo deseaba tanto como el.
No es dificil deducir lo que sucedio a continuacion, nos seguimos besando sin parar como por media hora en una esquina del bar, yo me tome una margarita mas y podia sentir el sabor de whiskey en su lengua mientras nos besabamos apasionadamente.
En un momento me dijo que si podiamos ir al carro a «escuchar musica» y yo sabiendo muy bien lo que iba a suceder acepte. Por supuesto que apenas entramos al carro, escuchar musica fue lo ultimo que hicimos, era una camioneta grande y nos sentamos no en los asientos de adelante sino en la parte de atras, en los asientos del medio.
Nos empezamos a besar y el esta vez como estabamos en privado me empezo a acariciar las piernas y los muslos con toda frescura, hacia anos que yo no sentia las manos de un hombre tocandome asi, con deseo y si admito que para ese momento estaba disfrutando de esas caricias tanto como el y estaba empezando a desear muchas mas cosas de ese hombre.
No tardo mucho en meterme la mano por debajo de la blusa para soltarme el brasiere y acariciarme con las manos los senos, cuando senti sus manos encima de mis senos gemi despacito, para ese momento yo creo que el ya me tenia en la palma de su mano. Yo sabia que lo que iba a suceder a continuacion era inevitable. Le susurre en el oido «llevame a otro lugar».
Entramos a la habitacion del hotel besandonos con locura, yo para ese momento ya habia puesto lejos de mi mente a mi esposo, mis hijos, la iglesia y todo lo que era mi vida cotidiana, estaba en un sueno, en las nubes y no queria bajarme para nada.
El sin dejar de besarme metio la mano por debajo de mi falda y me bajo el calzon por las piernas. Yo empeze a besarle el cuello y a desabotonarle uno a uno los botones de la camisa. Le empeze a lamer el pecho mientras iba bajando con los botones, y por supuesto el ultimo boton fue debajo del hombligo.
El unico pene que me habia metido a la boca en toda mi vida habia sido solo el de mi esposo. Mi rostro estaba completamente a la altura del cierre de su pantalon, le abri el pantalon y me avente a hacerlo. El pene lo tenia completamente duro y tan pronto lo saque completamente debajo de los calzoncillos, lo tome con una mano y me lo meti a la boca.
Hasta ese dia nunca habia pensado que una podia sentir placer al darle sexo oral a un hombre, para mi era algo que hacias para satisfacer a tu pareja y ser buena amante pero este dia la verdad por primera vez le senti el gusto a chuparle el pene a Paolo. Lo senti delicioso, una sensacion deliciosa de sentirme mujer, de sentirme el pene grueso dentro de mi boca, de querer lamerlo, de sentir su exitacion de el mientras me apretaba el cabello con su mano, sentir sus gemidos cuando me lo metia lo mas adentro que podia de la boca. Por primera vez en mi vida senti verdadero placer al chuparle el pene a un hombre.
Pasaron como 15 minutos y yo creo que el ya no podia resistirse mas, me puso de pie y me empujo contra la cama, se puso encima mio con una mirada de deseo que no habia sentido en anos. Me subio la falda arriba de la cintura y yo puse mis piernas alrededor de el. Me penetro.
Yo senti la sensacion mas deliciosa del mundo y empeze a gritar como loca, estoy segura que lo arane en toda la espalda. El empezo a grunir mientras me la metia, lo estaba haciendo fuerte, yo estaba en las nubes mientras sentia nuestros cuerpos rebotar encima de la cama. El me quito la blusa y me empezo a morder los senos, recuerdo que lo tome del pelo y le dije «no tan fuerte», no queria que me dejara marcas en los senos.
Despues de 10 minutos creo yo senti que estaba por venirme, lo aprete fuerte con las piernas y le empeze a decir en el oido «no pares, no pares» el no paro y hasta empezo a meterla mas fuerte. No tengo palabras para explicar la clase de orgasmo que tuve, senti el mundo completo temblar, creo que tuve la boca completamente abierta como por 5 segundos, casi inerte del placer que senti.
Puede ser que fue el mejor orgasmo que tuve en mi vida, o simplemente puede ser que hacia meses que no tenia sexo ninguno y quizas ano que no sentia un hombre haciendome el amor de esa manera tan salvaje.
Cuando el se dio cuenta que tuve mi orgasmo me la saco y me volteo en posicion de perrito, por supuesto que yo estaba tan en las nubes que el hubiera podido hacer lo que quisiera conmigo en ese momento. Me voltee de rodillas, extendi los brazos y recuerdo que le saque el trasero para provocarlo mas, ese hombre hubiera podido hacer lo que quisiera conmigo en ese momento.
El se dio el gusto conmigo en esa posicion, yo le movi el trasero en circulos mientras me lo hacia, lo que mas deseaba en ese momento era satisfacerlo. Cuando el ya estaba a punto de venirse me tomo por las caderas y empezo a metermela fuerte y profunda. Yo empeze a gritar, era una combinacion de dolor y placer, algo delicioso, empezo a gritar y se vino, estoy seguro que sus gritos se escucharon hasta afuera de la habitacion.
Esa noche llegue a la casa a la medianoche, mi esposo habia estado en la iglesia mas temprano y despues habia ido a casa de su padre a hablar cosas de la iglesia, los ninos ya estaban durmiendo y la unica que me esperaba era la ninera. Ella ni sospecho nada.
Entre a mi habitacion directamente a ducharme, meti mi ropa inmediatamente a la lavadora, cuando me banaba sentia el olor de Paolo en mi cuerpo. Esa noche me hize la dormida cuando mi esposo llego para no tener que hablarle, la verdad es que no dormi en toda la noche, por un lado me sentia la peor mujer del mundo, por otro lado cuando me acordaba de Paolo se me dibujaba una sonrisa en el rostro.
Lo mas facil hubiera sido seguir viendo a Paolo, pero no lo hize, cuando el me invito a salir el siguiente Lunes y yo le dije que no el se quedo desconcertado de mi respuesta. El ha tratado de invitarme a salir otras veces pero mi respuesta sigue siendo que no. Ni yo misma entiendo porque, ya no estoy contenta en mi matrimonio con toda esta situacion, pero tampoco quiero ser una puta que engaña a su esposo todo el tiempo, tengo dos hijos y ni me quiero imaginar si algun dia se enterarian de lo que fue capaz de hacer su madre.
Paolo y yo seguimos trabajando en la misma compania y el ya se ha calmado un poco de lo que hubo entre nosotros, felizmente ha sido un caballero y nadie mas en el trabajo se entero de esa noche. Aveces tengo ganas de verlo pero mi sentimiento de culpa puede mas, no se que hacer, mi esposo consiguio lo que quizo y va a ser nombrado pastor de la iglesia en 3 meses. Pero no se imagina que su hogar esta por desmoronarse y en parte por culpa mia. Agradeceria unas palabras de consejo. Gracias!
No sabia que tu esposo era pastor